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- David, ¿cuáles han sido las claves que te permitieron recibirte en tan poco tiempo?

En primer lugar, la clave para el éxito en cualquier ámbito es la constancia. Y se traduce en tener un objetivo: lejano o cercano, fácil o no tanto, y enfocar todas las fuerzas en lograrlo, sin dejarse frenar por los obstáculos circunstanciales. Decía Miguel de Unamuno que lo importante es saber lo que se quiere, y que, una vez que se sabe eso, hasta el inconsciente trabaja para conseguirlo. Dejemos a Unamuno y resumamos: ser constante y amar lo que se hace, esas son las claves -a mi modo de ver- para el triunfo seguro.

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- ¿Qué valoración haces de tu formación en la Universidad Abierta Interamericana?

Mi paso por la Universidad Abierta Interamericana fue y es fundamental para mi desarrollo humano pleno. Esto es así porque la Universidad se preocupa constantemente por brindarle a la sociedad profesionales preparados, responsables, críticos y, por sobre todo, formados en valores. Preparados para hacer frente a todas las situaciones profesionales que se presenten, ya que, en mi caso, no sólo me formaron para ser un abogado litigante. En esta sociedad del siglo XXI, plagada de entuertos, confrontes y conflictos, en nuestra Universidad nos forman para evitarlos, asesorando, proyectando, previendo, mediando, y en el último y extremo de los casos, litigando. Responsables en el manejo de la ciencia y del conocimiento, para servir a la sociedad, para abogar y no para provecho personal. Nuestra ciencia es una ciencia de servicio. Críticos, críticos del sistema, y de nosotros mismos, entrenados desde las primeras semanas de clases a través de los docentes que propician el disenso. Y formados en valores, premisa fundamental de la Universidad, que se reconoce en todos sus niveles. Es destacable, además, el compromiso de los docentes con el desarrollo de las asignaturas, no solo transmitiéndonos sus saberes a través de su preparación académica, sino brindándonos algo mucho más importante, que son sus experiencias personales, sus aciertos y sus errores.

-¿Cómo contribuyó esto a tu desempeño laboral?

Haber sido formado de esta manera en la Universidad me permite resolver constantemente situaciones en mi trabajo diario; me estoy desempeñando desde hace algún tiempo como asesor letrado de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación. Es una experiencia interesante. La administración pública, con todo lo que ello significa, implica estar preparado -científica y moralmente-, entonces ahí es donde realmente se ve si hemos egresado de nuestras carreras con buenas armas. Hasta ahora, el balance que realizo es muy positivo, y tengo la esperanza de que en el próximo tiempo, a poco de adquirir mas experiencia vaya in crescendo.

- Parece que te ha picado el bichito de la docencia porque estás cursando Profesorado Universitario ¿Qué fue lo que te motivó a capacitarte en este ámbito?

Los motivos son múltiples, por un lado, lo menos que puedo hacer por una Universidad que me dio tanto es colaborar como docente, con el valor agregado de haber egresado de las filas de la misma institución en la que enseño. Por otro lado, dice nuestro Rector que la mejor forma de aprender es enseñar, y que aquel que enseña y no aprende, en realidad no está enseñando. En esa línea de pensamiento me incluyo, nunca terminamos de estar educados, es un proceso continuo que comienza en el nacimiento y termina en la muerte, por lo tanto, ¡cómo voy a perder la oportunidad de seguir aprendiendo a través de la enseñanza, si además estoy ayudando a otros a que aprendan! Es realmente apasionante.

- Tuviste además otras experiencias formativas en la UAI, ¿cuáles fueron?

El año pasado formamos en la Universidad un grupo de Teatro con alumnos, docentes y directivos de diversas carreras, y fue una experiencia interesantísima. Nos divertimos mucho, aprendimos mucho, y el estreno fue en el Aula Magna a sala llena. También estoy realizando algunos cursos de posgrado en la rama del Derecho Procesal. He tomado diversos talleres de Oratoria en nuestra Universidad y, además los Talleres de Iniciación Profesional que en nuestra sede están teniendo un éxito enorme y que coordina nuestra directora de carrera la Dra. Stella Sciretta, que es una persona increíble, un ser humano formidable, a quien aprecio mucho y que incansablemente trabaja por sus alumnos. 

-¿Cuál ha sido la influencia de los docentes de la Universidad en este período?

La influencia de los docentes es decisiva. Alguna vez se dijo que enseñar es tocar una vida para siempre. Son humanos que dan forma a otros humanos, entonces no podemos quitarle el carácter de fundamental a la influencia docente. Somos lo que somos gracias a nuestros maestros. Además los docentes de mi Facultad, particularmente, fueron los que me iniciaron In the real World, ya que mis experiencias profesionales tanto en el ámbito privado como ahora en el público, fueron a través de mis docentes, que confiaron y apostaron en mi.

- Si tuvieras que contar una anécdota o vivencia que ilustrara tu paso por la Universidad, ¿cuál sería?

La experiencia más enriquecedora que tuve en mi tránsito por la UAI fue, sin lugar a dudas, el día que me recibí de Abogado luego de rendir la tesis. Esa tarde tenía tantos nervios que ni siquiera los sentía. Con un tribunal evaluador compuesto de cuatro personas (entre los que había directivos y docentes). Y de tribuna, los amigos y afectos. Es una vivencia increíble, es el momento justo entre el paso de ser un alumno universitario a ser un profesional. Muy recomendable, no sólo por lo sublime de la situación, sino por la gente que a uno lo acompaña.

 

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